Adiós, DEI; hola, MEI. Las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) que, hace casi un lustro, empezaron a prosperar ante la imparable demanda de responsabilidad social por parte de los consumidores podrían tener los días contados. En su lugar, compañías y corporaciones de todo pelaje y condición se están abonando al mérito, la excelencia y la inteligencia (MEI) para seleccionar al personal, firmar contratos, tratar con proveedores y comunicar valores. Una abreviatura para tiempos de pocas palabras y mínima atención que colea en la jerga ejecutiva desde principios de año, cuando el gurú de la inteligencia artificial generativa Alexandr Wang anunció que los factores demográficos, el género o la pertenencia a una minoría ya no suman para encontrar trabajo en su muy lucrativa empresa.
De momento, este no tan sorprendente golpe de timón en las prácticas corporativas parece reducirse a Estados Unidos, espoleado por la controvertida resolución del Tribunal Supremo de 2023 que dejó proscrita la discriminación positiva en el país. Sin embargo, ya hay indicios de arrepentimiento: a finales de noviembre, la cadena de grandes almacenes Wallmart informaba de que aparcaba su política DEI para “fomentar un sentimiento de pertenencia que represente a toda América”. Por eso mismo, desmantelará su programa Racial Equity Center y dejará de vender productos asociados a la comunidad LGBTIQ+. Hay quien augura que, entre la creciente presión de ciertos influencers de extrema derecha y el segundo advenimiento como presidente de Donald Trump —empeñado como nunca en perseguir lo que denomina capitalismo woke— será el acabose de la diversidad.
“El declive de las prácticas en materia DEI es un hecho, y no son pocas las razones que lo explican. Se dan factores que operan de arriba abajo, como las nuevas legislaciones que obligan a cambiarlas, pero más importante aún, de abajo arriba: el descontento social de mucha gente que se siente defraudada por ellas o que ha experimentado algún tipo de exclusión,” expone Tessa West, profesora de psicología de la Universidad de Nueva York. Ella no cree que este vaya a ser el final de las políticas woke, sino que lo que veremos será una evolución. Asegura además que la meritocracia no existe y que mientras no se corrijan las estructuras de poder jerárquicas, el sesgo y la parcialidad seguirán estando garantizados. A las marcas, tanto de moda como de belleza, se les auguran nuevas presiones para alinearse con el próximo discurso ultraconservador de la Casa Blanca.
Que el ruido DEI ha cesado en la moda, o se ha convertido en murmullo, es una realidad. Según revela el flamante informe The State of Fashion 2025, la sostenibilidad ha caído tres puntos en el índice de preocupación entre los CEO del sector. Los signos de la desaceleración del pensamiento woke llevan tiempo visibles: la brecha en la igualdad de género en puestos de poder continúa y el número de modelos de cuerpos no normativos sigue cayendo en pasarelas y campañas.
“A veces, le damos demasiado crédito a un diseñador por ser negro o a una modelo por ser de talla grande cuando esas características no son lo importante," aduce Bethann Hardison. La exmodelo y activista por la representación equitativa en la moda dice que conviene no sucumbir al victimismo. “El movimiento de diversidad está completamente integrado,” le concedía a este periodista durante su encuentro en las jornadas BOF Voices 2024, organizadas por The Business of Fashion.
Impacto de la Transición de DEI a MEI en el Ámbito Corporativo
La transición de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) a meritocracia, excelencia e inteligencia (MEI) está marcando un antes y un después en las prácticas corporativas en Estados Unidos. Este cambio es impulsado no solo por nuevas legislaciones, sino también por un descontento social creciente que desafía las iniciativas de inclusión. Las empresas, ahora enfrentadas a un entorno donde pueden sentirse presionadas a justificar sus políticas ante un electorado más conservador, podrían experimentar una reducción de la demanda por la diversidad que anteriormente había sido fundamental para su imagen de marca.
Preguntas Frecuentes sobre el Cambio en las Políticas de Diversidad
¿Por qué están surgiendo las políticas MEI en lugar de DEI?
Las políticas MEI están ganando terreno debido a la creciente desconfianza en la eficacia de las iniciativas DEI y un cambio en la narrativa corporativa hacia la meritocracia.
¿Cómo está afectando esto a la industria de la moda?
La industria de la moda está viendo un apagón en sus compromisos previos con la diversidad, con señales de que las marcas están retrocediendo en sus políticas de inclusión en un tiempo donde las demandas están cambiando.
¿Qué implicaciones legales pueden surgir de estos cambios?
Las empresas podrían enfrentar desafíos legales si sus prácticas laborales se perciben como discriminatorias, con un creciente escrutinio de las políticas DEI y su posible eliminación en algunas marcas.
Transformaciones en la Narrativa Corporativa: Un Nuevo Amanecer
La transformación de las políticas DEI a MEI sugiere un giro en las expectativas culturales y sociales sobre las prácticas empresariales. Este cambio no solo afecta a las grandes corporaciones, sino también a cómo la sociedad en su conjunto verá el valor de la diversidad y la inclusión en el futuro, estableciendo un nuevo marco que desdibuja las líneas entre la responsabilidad social y las estrategias de negocio tradicionales. La evolución de estas narrativas será clave para entender cómo el compromiso de las marcas con las comunidades y su clientela podría adaptarse a un entorno en constante cambio.