Bad Bunny

Fronteo de Bad Bunny: Lujo y Poder Sin Ser Un Creído

En toda la historia, no ha existido un fronteo más enérgico y descarado que el del filósofo Friedrich Nietzsche en su retrato autobiográfico Ecce Homo (1888). En él, afirma que su libro Así habló Zaratustra (1883) es “el mayor regalo que jamás se le ha hecho a la humanidad”. Fronteo, derivado del verbo frontear, es un término del argot del reguetón y la música urbana que define la actitud de mostrarse superior ante los demás y alardear de poder y estatus. Esta palabra ha cobrado relevancia en la última semana debido a la publicación de Nadie sabe lo que va a pasar mañana, de Bad Bunny. Con este álbum, el artista puertorriqueño vuelve al trap, coloca sus canciones en la cima de Spotify global y reafirma que no hay nadie mejor que él en el arte de autoproclamarse rey del mundo.

“Me da gusto que Bad Bunny otra vez hizo lo que se le dio la gana”, tuiteaba Héctor Elí, periodista especializado en música urbana, refiriéndose a Nadie sabe lo que va a pasar mañana. “Se desahogó, dijo lo que piensa y no es un tibio. La audiencia está, como siempre, en el argüende de a quién le faltó el respeto y a quién no. Es un disco de trap pa’, se llama fronteo y es parte de la movie”, añadió. Elí mencionaba el pequeño beef que le tira Bad Bunny a J Balvin en el tema Thunder y Lightning, parte de los códigos del género, tan arraigados como la presencia de una casa encantada en una novela de fantasmas.

Me da gusto que Bad Bunny otra vez hizo lo que se le dio la gana. Se desahogó, dijo lo piensa y no es un tibio. La audiencia otra vez y como siempre en el arguende de a quién le faltó el respeto y a quien no. Es un disco de trap pa’, se llama fronteo y es parte de la movie.

El beef o tiraera implica un enfrentamiento verbal entre dos cantantes a través de sus letras, similar a los ataques poéticos entre Quevedo y Góngora en el siglo XVII. El fronteo, que también se puede describir como flexear, no necesita un rival específico. Es más bien una manifestación de estatus y autoafirmación que refuerza la mitología personal del artista. Desde Nadie sabe, Bad Bunny sitúa al oyente en una realidad donde no hay nadie por encima de él: “Y es verdad, no soy trapero, ni reggaetonero. Yo soy la estrella más grande en el mundo entero”, canta.

En la pista Monaco, que actualmente es la cuarta canción más escuchada en Spotify, El Conejo logra la quintaesencia del fronteo. En su videoclip, se sienta a comer en la mesa del actor Al Pacino, seguido de un despliegue ostentoso: coches de lujo, casinos, yates, supermodelos y hasta el piloto de Fórmula 1 Checo Pérez. En un momento, relata charlas con LeBron James y Leonardo DiCaprio sobre “temas de millonarios, digo, de multimillonarios, digo, de billonarios”.

“Si me da con frontear, no me soporto”, advierte Benito Antonio Martínez Ocasio, nombre real de Bad Bunny, en su canción 25/8. Su manager, José Andrés Pérez, considera que el fronteo es inherente al género urbano. “Quizás los más jóvenes no lo entiendan, pero es parte de esta cultura”, afirma. Además, donde hay fronteo generalmente hay orígenes humildes. El género urbano nació en la clase baja, abriendo puertas a muchas personas. “Con el fronteo, lo que se hace es presumir o sentirse orgulloso de lo que eres o de lo que has logrado con esfuerzo y trabajo, viniendo desde abajo”.

Según Pérez, la autenticidad es clave para que el fronteo funcione: “Es necesario que sea real. Muchas personas intentan copiar este estilo y presumen de cosas que no tienen”. Para frontear, el artista debe haber pasado hambre y superarse, acumulando logros. Bad Bunny está en una posición inigualable para la ostentación, dado su indiscutible estatus en la industria musical. “A nivel de técnica puede haber otros mejores, pero por su posición es imposible que alguien frontée más que él.”

El fronteo se manifiesta en diversos géneros musicales, desde clásicos en el reguetón como Yo puedo con todo de Don Omar, hasta canciones de Eminem y Kanye West que proclaman su superioridad. En España, C. Tangana también es reconocido en este arte, mencionando en su música un cambio en la industria. Sin embargo, alarde social puede ser una línea fina entre parecer un cretino o convertirlo en un arte admirable, como en el caso de Bad Bunny. Esta dualidad de la ostentación está presente en casi todas las disciplinas artísticas, y aunque hay ciertas normas de modestia, siguen brillando las voces que no temen proclamarse superiores.

No solamente los hombres practican el fronteo; Rosalía en Sakura deja claro que no debe haber miedo a la proyección de poder femenino. El fronteo, especialmente en la música urbana, está ligado a un despliegue de joyas y accesorios lujosos que simbolizan éxito y estatus social. “Los nuevos dioses centellean en la esquina del bulevar Adam Clayton Powell Jr. y la calle 125 Oeste”, afirma Vikki Tobak en su libro Ice Cold. Las joyas complementan la lírica de las canciones, buscando llevar el fronteo a su máxima expresión.

Ostentar poder y estatus no está limitado a la música; es visto en ámbitos como el deporte donde hay una mayor libertad para exaltar cualidades personales. El fronteo es una forma poderosa de expresión artística y social que, a lo largo del tiempo, ha permitido a muchos mostrar su trayectoria y éxito. En casi todas las disciplinas artísticas señalan que la modestia no es una regla universal, destacándose figuras como el director Albert Serra y el pintor Salvador Dalí. Esta manifestación de orgullo personal puede ser tanto admirable como cuestionable, planteando siempre un debate sobre la autenticidad.

El Fronteo: Impacto y Repercusiones en la Música Urbana

El fenómeno del fronteo en la música urbana está redefiniendo las dinámicas de poder y expresión artística. La capacidad de artistas como Bad Bunny para manifestar su éxito a través del fronteo conecta profundamente con los orígenes del género, que brota desde situaciones de humildad y búsqueda de reconocimiento. Esto hace que el fronteo no solo sea un recurso de humilde manifestación, sino también una herramienta para desafiar estereotipos y reivindicar identidad cultural. A medida que más artistas adoptan este estilo, se observa un diálogo constante entre tradición e innovación, reflejando la complejidad y la evolución del arte urbano contemporáneo.

Preguntas Frecuentes sobre el Fronteo en la Música

¿Qué significa frontear en el contexto de la música urbana?
Frontear se refiere a la actitud de presumir poder, estatus y logros, principalmente a través de letras en canciones que celebran la riqueza y el éxito personal.

¿Cómo afecta el fronteo la percepción de un artista en la industria musical?
El fronteo puede elevar la percepción de un artista, consolidándolo como una figura poderosa en la música urbana, jedoch también puede conllevar críticas por parte de quienes consideran que se trata de una ostentación innecesaria.

¿Cuál es la conexión entre el fronteo y los orígenes humildes del reguetón y el trap?
El fronteo ejerce un papel crucial en la celebración de raíces humildes, permitiendo a los artistas reivindicar su trayectoria y celebrar su éxito tras superar adversidades en el camino hacia la cima.

Expresiones Artísticas que Trascienden: El Fronteo Comenta y Revitaliza

Las expresiones artísticas vinculadas al fronteo no solo enriquecen el ámbito de la música urbana; también abren un espacio para debatir sobre cultura, identidad y éxito. La capacidad de los artistas para utilizar el fronteo como una forma de expresión les permite hablar de sus experiencias personales y sociales, generando un diálogo sobre el valor de las raíces y la autenticidad en su arte. Esto transforma el fronteo en un fenómeno que va más allá de la simple ostentación, convirtiéndose en una narrativa rica que refleja las realidades vividas y la lucha por el reconocimiento en la escena musical actual.

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