El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente ruso, Vladimir Putin, han hablado este viernes por primera vez en dos años. La conversación telefónica, que duró aproximadamente una hora, se produjo por iniciativa del alemán. El portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, destacó al confirmar ese contacto que la llamada de Scholz había sido previamente acordada con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Scholz ya ha informado a los socios europeos sobre su intercambio con Putin.
La Cancillería alemana llevaba semanas preparando la llamada telefónica con el presidente ruso. Durante este tiempo, mantuvo estrechos contactos con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y con los demás socios del G7. Se acordó que la conversación tendría lugar después de las elecciones estadounidenses, pero antes de la cumbre del G-20 en Brasil, a la que Scholz viaja el domingo. Rusia estará representada allí por el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no ha sido invitado. Aunque físicamente ausente, Zelenski participa en todas las iniciativas sobre Ucrania que impulsan los socios occidentales. Por esta razón, antes de su conversación con Putin, Scholz telefoneó a Zelenski, y lo mismo hizo después.
Según el portavoz gubernamental, Scholz condenó en su conversación con Putin la guerra contra Ucrania y le pidió que pusiera fin a esa agresión y retirara sus tropas. El canciller también instó a una solución negociada para lograr una paz justa y duradera, además de comunicarle que Alemania está decidida a apoyar a Ucrania en su defensa durante el tiempo que sea necesario.
Scholz también condenó los ataques aéreos rusos contra infraestructuras civiles en Ucrania y señaló que el despliegue de soldados norcoreanos en Rusia para misiones de combate contra Ucrania supondría una grave escalada del conflicto.
Moscú ha confirmado que Scholz y Putin mantuvieron una conversación, calificándola de "muy positiva", a pesar de los profundos desacuerdos. Según un comunicado del Kremlin, Putin reiteró sus acusaciones contra la OTAN, señalándola por llevar a cabo acciones agresivas y antirrusas. No obstante, aseguró estar "abierto a la reanudación" de las negociaciones, aunque con varias condiciones. Entre estas, destacó la necesidad de respetar los intereses de seguridad rusos y reiteró su propuesta previa, que incluye la cesión de territorios por parte de Kiev y la renuncia de Ucrania a unirse a la Alianza Atlántica.
Una solución negociada, según el Kremlin, debería "basarse en las nuevas realidades territoriales" y "eliminar las causas profundas del conflicto", lo que sugiere que Moscú no está dispuesto a retirarse de los territorios ucranianos ocupados. Esta declaración puede interpretarse como una postura en la que un Gobierno ucraniano democrático y vinculado a Occidente resultaría inaceptable para Rusia. Por lo tanto, no hay señales de que Putin esté dispuesto a ceder en sus objetivos, que busca alcanzarlos ya sea por la fuerza militar o mediante negociaciones. A pesar de ello, el Kremlin ha señalado que los colaboradores de Putin mantendrán contactos con sus homólogos alemanes.
Las declaraciones del líder ruso han sido duramente criticadas por el Ejecutivo alemán. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, Putin está, en realidad, bloqueando la paz y no muestra disposición genuina para negociar. Además, el Ministerio subraya que solo unas negociaciones directas entre Rusia y Ucrania -y no acuerdos sobre sus espaldas o las de Europa- pueden conducir a una paz justa y duradera.
El Kremlin añadió que Putin le expresó a Scholz su disposición a estudiar acuerdos energéticos si Alemania está interesada.
Análisis del impacto de la conversación entre Scholz y Putin en la dinámica de la guerra en Ucrania
La conversación entre Scholz y Putin representa un intento significativo de reiniciar el diálogo entre Alemania y Rusia, en un contexto marcado por el conflicto en Ucrania. Este tipo de interacciones pueden influir tanto en la percepción internacional del liderazgo de Scholz como en las expectativas sobre futuros diálogos de paz. Sin embargo, a pesar de los intentos de Scholz por exhibir un enfoque conciliador, los comentarios y condiciones reiteradas por Putin subrayan que el ruso busca asegurar y expandir sus intereses territoriales en la región. Así, el estancamiento en las negociaciones podría prolongar la guerra y requerir un mayor compromiso de los aliados de Ucrania, sin vislumbrar una solución viable en el horizonte.
Preguntas frecuentes sobre la conversación entre Scholz y Putin
¿Cuándo fue la última vez que Scholz habló con Putin antes de esta llamada?
La última conversación entre Olaf Scholz y Vladimir Putin había tenido lugar hace dos años. Este encuentro telefónico, por tanto, marca un regreso al diálogo entre ambos líderes.
¿Qué temas principales se discutieron en la llamada?
Durante la conversación, Scholz condenó la agresión rusa hacia Ucrania, instó a Putin a retirar sus tropas y abogó por una solución negociada para lograr una paz justa y duradera.
¿Cómo ha reaccionado Ucrania ante esta conversación?
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró que la llamada "abre la caja de Pandora" y lamentó que la comunicación con Putin no contribuya efectivamente al impulso del proceso de paz.
Una nueva etapa en relaciones internacionales ante el conflicto de Ucrania
Los recientes intercambios entre líderes europeos y Rusia no son solo un reflejo del deseo de diálogo, sino indicativos de una estrategia más amplia para abordar el conflicto de Ucrania. Esta interacción, aunque criticada, podría abrir brechas para futuras negociaciones, pero a la vez revela las profundas divisiones y desconfianzas que prevalecen en la escena internacional. En este contexto, es esencial que las potencias involucradas encuentren caminos efectivos hacia la diplomacia, garantizando que la voz y las necesidades de Ucrania no sean olvidadas en la búsqueda de acuerdos temporales.